Elegir la asesoría más adecuada
Las motivaciones para la contratación de un asesor de empresas son variadas, desde el desconocimiento de los trámites legales y/o formales que han de ser abordados para iniciar y/o desarrollar un oficio, actividad profesional o empresarial hasta la simple subcontratación de la ejecución de las mencionadas labores.
Tradicional o de proximidad
Digital u on-line
Asesoramiento puntual y/o mentoring
Particulares
Autónomos que desarrollan oficios sin empleados a cargo
Autónomos con empleados a cargo y elevados niveles de facturación
Profesionales liberales iniciando su carrera profesional
Profesionales liberales con una dilatada trayectoria profesional
Pequeñas y medianas empresas
Modalidades de servicios de asesoría
El sector de la asesoría de empresas se encuentra en un punto de inflexión pues, en muy poco tiempo, gracias a Internet y las nuevas herramientas de administación y gestión el modelo tradicional de asesoría-gestoría se ha desarrollado incorporando otro tipo de servicios o modelos de trabajo. De este modo en la actualidad podemos encontrar tres modelos muy definidos de asesoría o servicios de asesoría:
- Proximidad
- Digital u on-line
- Mentoring y/o puntual
Tradicional
Es el modelo más extendido, disponiendo habitualmente de oficina abierta al público. Este tipo de asesorías conocen bien el entorno en el que operan pudiendo atender a prácticamente cualquier tipo de necesidad, aunque eso sí, circunscribiéndose a los servicios contables, fiscales y laborales, aunque estos últimos pueden estar a su vez subcontratados con un especialista.
En estas asesorías el contacto con el cliente suele ser presencial, si bien muchas de ellas también ofrecen a sus clientes canales digitales que agilizan la comunicación entre el cliente y el asesor.
Otra de sus características es que permiten la subcontratación administrativa, esto es, permiten que el cliente realice las mínimas labores administrativas, habitualmente la facturación de las ventas que realiza, siendo la asesoría la encargada de realizar el resto de tareas administrativas como es el registro de los pagos a proveedores y acreedores así como el cumplimiento con las obligaciones fiscales, laborales y mercantiles.
Esta subcontratación administrativa hace que en muchos casos la relación con el cliente radique más en la propia gestión que en el asesoramiento propiamente dicho.
Digital u on-line
Este modelo de asesoría ha crecido al amparo de las nuevas tecnologías y plataformas de gestión que han permitido la deslocalización de la asesoría con respecto de sus clientes. De hecho lo hacitual en estos casos es que nunca se produzca un contacto físico entre el cliente y el asesor sino que toda la relación se realice digitalmente.
En estos casos el nexo de unión del asesor con el cliente es la plataforma de gestión que utiliza tanto el asesor como el cliente. Así el cliente utiliza la plataforma en aquellos aspectos que obligatoriamente ha de realizar dando acceso al asesor al sistema para que este pueda realizar tanto un seguimiento de las labores realizadas por su cliente como las suyas propias.
Por tanto para optar a este tipo de asesoría la plataforma a utilizar es determinante, pues esta ha de contemplar la colaboración entre el usuario de la plataforma y el asesor, de hecho, en caso contrario entraremos en procesos de exportación de datos y traslación de los mismos de la herramienta utilizada por el cliente a la utilizada por la asesoría, lo que resta eficacia al modelo.
Una característica de este modelo de asesoría es que el ahorro en las labores administrativas, el uso de una misma plataforma evita duplicidades, suele trasladarse al cliente por lo que pueden ser mas económicas que una asesoría tradicional.
Su ambito de competencias suele estar centrado en el apartado contable y fiscal, si bien también puede contemplar el laboral.
Asesoramiento puntual y/o mentoring
Este tipo de servicios de asesoría suelen acomodarse a las siguientes necesidades:
Realización de trabajos o consultas específicas que por cuestiones de privacidad o capacidad se quieren realizar fuera del entorno habitual de trabajo.
Acompañamiento en las fases iniciales de una determinada actividad. Así este tipo de asesoramiento es muy habitual en la realización o confrontación de planes de viabilidad previos a la puesta en marcha de la actividad, contratación de productos financieros complejos, emprendimiento digital etc.
Aprendizaje, cuando lo que precisa el cliente es una formación inicial sobre distintos aspectos de la gestión y/o administración de la empresa o actividad desarrollada y que tiene previsto llevar por sus propios medios.
En función de nuestro perfil profesional y/o personal
Por otra parte el obvio que la actividad también va a ser relevante a la hora elegir el tipo de asesoría que nos resulte más adecuado, pudiendo realizar la siguiente clasificación:
- Particulares
- Autónomos que desarrollan oficios sin empleados a cargo
- Autónomos con empleados a cargo y elevados niveles de facturación
- Profesionaes liberales sin empleados a cargo
- Profesionales liberales con empleados a cargo
- Pequeñas y medianas empresas
Particulares
No suele ser muy habitual que un particular cuente en su día a día con un asesor fiscal, de hecho tal y como ha evolucionado el procedimiento de cumplimiento de las obligaciones fiscales de un particular, son una gran mayoría los que directamente cumplen con sus obligaciones fiscales sin contar con ningún especialista a su lado, lo que, en ocasiones, genera errores de bulto.
Por otra parte hay que tener presente que lo la Hacienda Pública no tiene como objetivo optimizar la factura fiscal del ciudadano sino facilitar a este el cumplimiento de la obligación fiscal.
Ante esta situación y de cara a una optimización fiscal entiendo que lo ideal es contar con los servicios de un despacho que nos permita planificar nuestras acciones con repercusión fiscal anticipadamente, único procedimiento, que nos permitirá reducir nuestra factura fiscal.
Autónomos que desarrollan oficios sin empleados a cargo
En estos casos el nivel de complejidad de los servicios no suele ser elevado a la vez que el objetivo de muchos de estos autónomos es la “delegación” en la asesoría del cumplimiento con todos los trámites y gestiones, fiscales, laborales y registrales, a los que están obligados.
En estos casos un servicio de asesoría on-line puede ser una magnífica elección, si bien el modelo de asesoría tradicional también podrá aportar todos los servicios necesarios.
Autónomos con empleados a cargo y elevados niveles de facturación
Este tipo de autónomos cuenta con dos hándicaps importantes:
- Las gestiones relacionadas con el ámbito laboral, Seguridad Social y los organismos de empleo de la Comunidad Autónoma, requieren de un nivel de especialización importante, por lo que la experiencia del asesor de empresas puede llegar a ser determinante. Ni que decir tiene que en el día a día de una plantilla, sea del tamaño que sea, se van a producir eventos que van a precisar del asesoramiento de un experto que, estando al día de toda la legislación vigente, nos informe adecuadamente para tomar la decisión más ajustada a cada situación.
- Una elevada facturación en el caso de un autónomo puede requerir de una eficiente planificación fiscal que nos permita estar tranquilos de cara a posibles inspecciones fiscales. De hecho en estos casos es habitual que la frontera entre el ámbito personal y profesional sea difusa y que por tanto precisemos de los servicios de un asesor fiscal que nos ayude a marcar dicha frontera evitando problemas futuros.
Ante esta situación en mi opinión lo ideal es la contratación de un profesional con experiencia y con el que podamos interactuar personalmente pues en ocasiones trataremos temas "delicados".
Por todo ello la asesoría tradicional puede ser la opción más adecuada, si bien ha de contar con canales de comunicación digitales que nos faciliten el día a día. Si nos decantáramos por un servicio de asesoramiento digital u on-line lo ideal es que esta pueda proporcionarnos un interlocutor fijo, hablemos siempre con la misma persona así como una red de asesorías físicas en las que recabar el apoyo necesario para aquellas gestiones presenciales que se hayan de realizar ante la Tesorería de la Seguridad Social, Delegación de Hacienda, Hacienda autonómica, etc.
Profesionales liberales iniciando su carrera profesional
Este colectivo suele estar plenamente familiarizado con las nuevas tecnologías así como con el trabajo "administrativo" utiliza sistemas de gestión de clientes, fichas, facturación, citas, etc. por lo que gran cantidad de las gestiones que han de realizar ante la administración las realizan por sí mismos, buscando en el asesor de empresas la ratificación de sus decisiones y la rápida obtención de respuestas, sobre todo en el ámbito fiscal y laboral.
Dentro de este colectivo podemos encontrar "falsos profesionales" y autónomos dependientes con lo cual las obligaciones formales a las que están sujetos son mínimas.
Para este perfil los servicios de asesoría puntual y de asesoría digital suelen ser suficientes, de hecho no son pocos quienes tras un proceso de aprendizaje se decantan por llevar ellos mismos toda la administración y gestióni de la actividad que realizan.
Profesionales liberales con una dilatada trayectoria profesional
En este caso el caballo de batalla suele ser la fiscalidad tanto personal como de la propia actividad por lo que de nuevo se hace imprescindible el trato personal y la experiencia, pues cada Comunidad Autónoma tiene sus peculiaridades. Pensemos que declaraciones de la renta paralelas, inspecciones fiscales y similares son situaciones habituales en estos perfiles profesionales.
Para estos perfiles lo importante es la planificación financiero-fiscal tanto de la actividad como personal. En estos casos es habitual repartir el trabajo de tal modo que el día a día de la actividad profesional se gestiona a través de una asesoría presencial mientras que para la planificación financio fiscal se cuenta con otros profesionales más especializados.
Pequeñas y medianas empresas
En estos casos el nivel de conocimiento que exige el cumplimiento con las obligaciones laborales, fiscales y mercantiles hace más que recomendable la contratación de los servicios no ya de un profesional sino de un gabinete o despacho que cuente con expertos en cada una de las áreas anteriormente mencionados.
Si bien es cierto que en la nube podemos encontrar empresas de este tipo lo ideal es que el asesor se encuentre en nuestro entorno y pueda aportarnos aquellos matices que sólo son accesibles a quienes cotidianamente tratan con los servicios territoriales de la administraron local, autonómica y nacional.